Sarkozy! Este es el mensaje que ayer recibía y por el cuál me enteraba del resultado de las elecciones presidenciales en Francia. Para mi era una mala noticia porque yo iba con Ségolène desde el principio. Pero el resultado del duelo no es tan malo... con todas las personas que había tenido tiempo de comentar mis impresiones sobre las elecciones les comenté que daba gusto votar en Francia con dos candidatos tan buenos (y uno tercero muy bueno también, que no llegó la segunda vuelta).No me fío del candidato de derechas, presidente electo, es cierto. Apostaba por Ségolène que dibujaba una renovación ideológica y, quizás -mucho más- una revolución práctica, muy apetecible. Pero aún así gana la renovación, no sólo generacional, sino la renovación de las formas de hacer política... el mundo se parece poco al del siglo pasado y tampoco son tantos años los que han pasado.
Curioso. Aquí comentando un poco el resultado electoral francés y cuando iba al colegio le cogí manía los franceses, los afrancesados aparecían tan traidores en los libros de sociales, y luego estaban las fresas de la frontera o las derrotas futbolísticas. Mi opinión ahora no está más fundamentada pero por contra me encanta Francia, el país que inventó -como no podría ser de otra forma- el tenedor de cuatro dientes.
La verdad es que quería hablar de algo más que de esas elecciones, tan sólo era una excusa para comentar que, a pesar de que es difícil darse cuenta en un tiempo concreto de lo intenso y apasionante que puede llegar a ser -más en estos días de aparente frivolidad y apatía-, me parece que el mundo puede cambiar mucho. Me gustaría que hubiese comentarios al respecto y cambiar alguna opinión sobre este tema.
Es cierto que tendemos a valorar las cosas con perspectiva histórica pero yo me siento -extraña sensación- como si estuviese cayendo un muro de Berlín, viviendo un tiempo diferente y especial. Lo confieso no alcanzo a comprender muchas de las cosas que se están planteando en este momento aunque tengo la intuición de que en los próximos años todo avanzará más deprisa... y me gustaría que avanzase tan deprisa como la dignidad humana debiera exigir (no olvidemos los miles de muertos de hambre que hay cada día). Así es que recupero el optimismo, también el de la voluntad, a pesar de que queda mucho por hacer. Navego en un mar de dudas pero quiero tomar partido. Es hora de hacerlo.
*Nota: la foto es de Kazee que a tomó delante del muro de Berlín.
2 comentarios:
Hombre, según Gasset (el bueno, Antonio, no el falangista de Ortega), "Que sería de nosotros sin un país inteligente como Francia"... Confiemos en que realmente lo hayan sido y este pequeño cambio (que podía haber sido mucho mejor si ganara Segolene) de lugar a otro, que por ahora tendrá que esperar, y que puede hacerse e manera tranquila (¿a qué me recuerda esto del cambio tranquilo?).
Importantísimo en el tema de la victoria de Sarkozy, y de su gobierno futuro el tema Unión Europea: Constitución (los perversos motivos del NO francés estaban instalados en su habitual chauvinismo -por muy interesante que sea su cine e inteligentes sus personas a veces esto les pierde- y en el miedo a la verdadera integración) y cerrazón a entrada de Turquía (que, leche, tiene que cabar entrando).
Por lo demás, en España no tendremos un debate de esta altura porque nos faltan varias cosas: un verdaderos centrista (Bayrou), y una derecha que hable de problemas reales de la gente (aunque, como Sarkozy, lo haga con batsante hipocresía, como se vio en el debate). Rajoy (escoltado por las dos marías de la desvergüenza), seguirá habalndo de memeces y utilizando políticamente cuestiones de estado de modo interesado, o lo que es peor, llenas de mentiras.
Me he quedao a gusto, eh?
Como curiosidad los dos Gasset son familia y Ortega nunca fue falangista de hecho se opuso a la sublevación de 1936.
La izquierda venía de no disputar las últimas presidenciales. Estas cosas pasan facturas y no se pueden esperar grandes cambios -si se piensa fríamente-.
Lo que si tengo la sensación de que el cambio es más lento y en algunos casos puede ser peligroso. Veremos.
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