8/10/07

Comunicación e imaginación

El último vídeo de las Juventudes Socialistas no me gusta, pensándolo bien tampoco el anterior era un gran ejercicio de ingenio (aunque me hacía mucha gracia el tema del rugby), así que prefiero no pensar en cómo será el próximo.



El spot ha generado bastante polémica, aunque no es para tanto. La idea de hecho no es del todo mala pero el mensaje es tan evidente, tan poco sutil, que lo único que puede generar es partidarios y contrarios y también una respuesta muy fácil. El caso es que no creo que las propuestas que no recojan matices y que no alimenten algún tipo de reflexión o diálogo tengan futuro en el mundo de la comunicación, mucho menos en la comunicación política.

Un publicista me dirá que "la publicidad aunque sea mala es publicidad", claro. Pero eso sólo vale para dar a conocer marcas, y darlas a conocer a cualquier precio o conseguir resultados con objetivos perversos. En este caso la marca es de sobra conocida y una mala campaña publicitaria sólo consigue unos malos resultados. No creo que el empeño sea alimentar un proyecto que su me apoyos al modo de un club de fans o de una peña futbolística.

Si por algún lugar tiene sentido ahora mismo la comunicación política es por la vía de la imaginación, la frescura y el exponer argumentos razonables (incluso los contrarios); quizás al modelo de las campañas que han tenido éxito en internet.

No lo entiendo, en plena campaña las Juventudes Socialistas de Bilbao habían realizado un vídeo muy inteligente y llamativo:



Ahora, sin embargo en vez de seguir por esa vía eligen otra más chunga, la del Metro de Madrid, otra buena idea desperdiciada, en este otro caso por el capricho de algún "artista madridista".

2 comentarios:

Makintus dijo...

Esto de la política va a acabar siendo un duelo de bailes como Vicentín en la Hora Chanante. Personalmente me hace más gracia la respuesta del PP

http://www.youtube.com/watch?v=RV3XalZg7jc

factoria7gritos dijo...

Si supongo que tiene algo de eso, con lo fácil que es o por lo menos parece afrontar las cosas de otra manera. Los de a pie ganaríamos mucho.