10/1/08

El pan nuestro de cada día

Las telas de araña de mi trastero recoge algo publicado hace años, titulado TUA y yo, sobre viajar en autobús urbano en Oviedo. Describe el pan nuestro de cada día para los usuarios de la línea 2 (los que yo veo en la parada cuando salgo de casa cada día :-)) pero el texto es tan universal que me atrevería a decir que la situación vale para los usuarios de cualquier línea, especialmente también para la 1.

Además de universal el texto es atemporal, porque van años de viajar así y van años en los que todas esas propuestas interesantes de dinamizar el servicio de autobús urbano, implantar el tranvía y fomentar el uso de la bicicleta caen en el saco roto del Ayuntamiento.
Viajar en la línea 2 de TUA a la hora punta puede resultar un auténtico calvario. Sólo si vives cerca de Lugones quizá encuentres un sitio para sentarte y hacer el trayecto más llevadero e incluso que te acompañe el amor de tu vida. Como propugnaba aquel anuncio de desodorante nunca se sabe dónde vas a encontrarlo. Por cierto, vale más ir perfumado, pues a medida que avanzan las paradas los olores humanos se hacen más presentes.

A la altura de Bermúdez de Castro ya no hay solución, te espera un trayecto de pie, lleno de contorsiones agarrándote como puedas y surfeando para no caer al mar del suelo(¡ojo con los brazos!, muchos de esos olores que se nos ponen y no sabemos muy bien de donde vienen tienen su origen en un mal viaje de autobús).

[...]
Vía: Las telas de araña de mi trastero

2 comentarios:

Lordor dijo...

Me pasé muchos años en la Línea 2, desde Fray Ceferino a Ponton de los Vaqueros y, como diría el replicante de Blade Runner, he visto cosas que vosotros no podrías imaginar.

David Suárez Suarón dijo...

Saludos. Lo que nunca oí es algún caso de pinchazo. Si que sería ridículo. De pequeño recuerdo los microbuses amarillos que te dejaban en el sitio que tú quisieses con tan sólo picar y tengo una baga imagen de algunos con dos pisos. También me acuerdo de "el gallinero" una especie de habitáculo al fondo sin asientos para que la gente se apelotonase