9/9/08

Firmin

Acabo de terminar el libro Firmin de Sam Savage, editorial Anagrama.

Esperaba un personaje principal más infantil: la cubierta y el nombre (y la tendencia a ponerle la tilde de Firmín) me engañaron. No me gustó mucho Firmin. Aunque no era lo que esperaba le cogí algo de aprecio a la descripción de esa vida de una pobre rata, tan sucia como las demás, con la diferencia para él de que sabía leer (aprende, por cierto, másticando libros).

Eran muchos ingredientes bien escogidos (fábula, y de rata, y encima culta, Boston en los 60, un barrio amenazado, un amigo borracho y perderdor) pero quizás me desespera una parte del libro, la parte en la que quiere comunicarse. Para colmo no entiendo el final no sé si sueña o si es un sueño todo y me da un poco igual pero me asusta que un libro con muchos ingredientes no me haya gustado demasiado. Podría haber sido una obra excepcional pero se frustra tanto como la propia rata.

La tapa pone esto:
Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.

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