20/11/08

Manteros en la cárcel y fútbol reinterpretado

Hace años se decía que el mejor informativo de la televisión era el que dirigía Fernando Llorente para La 2. La clave estaba en que jugaba a su favor un supuesto inconveniente: cuando Lorenzo Milá salía a presentar las noticias lo hacía con un retardo de media hora respecto a otros informativos, pero lo aprovechaba a su favor para contar la historia de otra forma o para contar otras historias.

Lo bueno del Telediario de los últimos tiempos es que (con Fran Llorente como jefe de informativos) incorporó ese toque de las noticias de La 2 que resulta tan interesante, al tiempo que La 2 noticias también ha sabido reinventarse. Así que ahora -y aunque TVE no sea ni de lejos la BBC: en cuanto a contenidos e independencia- es un poco más agradable ver las noticias, frente a otras opciones más amarillistas.

En el telediario de ayer había lo típico: crisis, fútbol y más crisis. Vale, pero también hubo una noticia que se me había escapado: "51 manteros en la cárcel" y una serie de juristas que piden abiertamente el cambio del código penal, sobre un tema que incluso a pie de calle está muy claro. Es increíble e indignante. La verdad, frente al pensamiento de sujetos tan progresistas como Teddy Bautista, perfiero lo que decía un falangista de mi pueblo -buen paisano excepto en lo de falangista-, de que "robar para comer nunca fue robar".

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«Los días de juicios rápidos siempre suelo tener uno o dos casos de manteros. Y como juez de instrucción me cuesta mucho ir contra alguien que está haciendo un acto de subsistencia, lo más antiguo de la humanidad: ofrecer algo para sobrevivir», señala el juez Santiago Torres, titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, para quien «esta reforma es posible».

Más contundente es aún el magistrado Ramón Sáez Valcárcel, del Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid. «Los delitos rimbombantemente llamados contra la propiedad intelectual se aplican casi siempre a pobres vendedores ambulantes cuyos clientes son gente modesta, con lo que estamos ante una manifestación de tipo penal que criminaliza la pobreza».

«Se pueden proteger los derechos de autor y la propiedad intelectual de otra manera», añade Sáez Valcárcel. «La evidencia de que el sistema no funciona es que los propios perjudicados no se personan en las causas porque les consta que el acusado es pobre y de ahí nada va a sacar».

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Vía: El Mundo

La otra historia curiosa que contaba el telediario, iba de fútbol reinterpretado. Así que para finalizar, y muy relacionado con todo lo anterior:



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Todo comenzó en un pequeño poblado congoleño, en mitad de un grave conflicto bélico, donde trabajan los voluntarios de la ONG riojana. Carmen Vidal, una catalana afincada en Bilbao, pididó al club algún detalle para los niños de la zona y el club satisfizo su demanda. A su regreso a Congo, se le ocurrió la idea de grabar a aquel grupo de niños pertrechados con sus balones y petos cantando el himno del Athletic Club. Los pequeños dieron lo mejor de sí mismos. El resultado es el vídeo que les presentamos. Un viejo himno cantado miles de kilómetros al sur de San Mamés.
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Carmen y Ainare con una pequeña ayuda de equipación del Athletic Club de Bilbao, han creado tres equipos de fútbol llamados “Athleti Club CRSN Lwiro”, en un campo de fútbol improvisado, pero su pasión y ganas futbolísticas son dignas de alabanza y admiración. "Con las aportaciones económicas queremos entre otros cosas de ayuda humanitaria urgente, devolverles la ilusión y la sonrisa, oculta durante mas de 20 años de conflicto en la zona", declaran.
Vía: Canal Athletic

1 comentario:

Sergio dijo...

La verdad es que no sé cómo terminó aquella historia, supongo que anulada a instancias del fiscal por un recurso de apelación, pero me acuerdo hace muchos años de un caso que fue bastante notorio de un juez de primera instancia que absolvió a un culpable evidente de un pequeño delito usando, según decían todos los especialistas, de un modo absolutamente imposible jurídicamente, como eximente completo el de estado de necesidad. Supongo que aquel juez era sobradamente consciente de que fallaba contra Derecho y que quiso obviar el usual "sed lex, dura lex" y evitar el degregoriano "buscabas justicia , pero te encontraste con la Ley"...

La verdad, visto que en este país un juez tiene que matar a ráfagas de kalashnikov a varias decenas de personas ante incontables testigos para que le caiga una sanción que vaya más allá de lo testimonial, yo estaría porque en estos procedimientos contra pobres diablos explotados unos cuantos jueces valientes tiraran por la misma vía del medio, para poner de manifiesto lo absurdo de un sistema donde la policía suele poder identificar al prubitín que vende unos cedés en un bar o en una manta pero es mucho más difícil e inusual que consigan detener a los que tienen por encima que se llevan la verdadera pasta gansa explotando a miles de eslabones últimos de la cadena a cambio de una comisión de subsistencia en una vivienda compartida entre catorce.