25/3/09

24 hours party people de Michael Winterbottom



Michael Winterbottom no me convence como director. 9 songs aporta poco y 24 hours party people tampoco es una gran película. Pero la recomiendo, sólo para la afición indie, en especial aquellos a los que les guste la Joy Division, New Order o los Happy Mondays.

Quien tenga interés en lo que pasó por Manchester y la Haçienda o quiera conocer más sobre el personaje de Tony Wilson se encontrará con una película que refleja muy bien un momento y su particular aroma, pese a un retrato un tanto incompleto porque Factory y la Haçienda fueron mucho más.

A la historia de la Joy Division aporta dos cosas importantes para los fans: Ian Curtis no era siempre un tipo depresivo y detrás de grandes riffts no tienen porqué esconderse grandes guitarristas. A la historia de Happy Mondays aporta la versión más estrafalaria, ese camino del exceso tan memorable como letal -o más bien casi porque por ahí siguen-. A Manchester le pone ese punto peligroso de camellos y disparos que ahora parece tan alejado del indie. A la historia de Tony Wilson viene a corroborar lo que se comentaba en algunos de sus obituarios: su desinterés temerario por hacer dinero, su interés temerario por cambiar la música.

Y la cambiaron.

Me gustaría debatir cómo fueron capaces de consiguirlo. Así que deja tus comentarios. Mi opinión es que partían de algún mimbre (apoyo de una productora de TV, productores musicales que sabían por donde andaban, una sala epicéntrica, algunas bandas con talento,...) pero eso no es suficiente y sin embargo si ves la película llegas a la conclusión de que no es tan difícil cambiar las cosas... incluso desde la periferia.
SINOPSIS: En el año 1976 Tony Wilson descubre que su verdadera vocación gira en torno a la música. Funda un sello discográfico y se convierte en cazatalentos y promotor musical. Esta es la historia del espectacular ascenso de la discográfica Factory Records de Manchester, lugar de origen de grupos como Joy Division, New Order y Happy Mondays. Tony Wilson y sus amigos, tras asistir a un concierto de Sex Pistols, a finales de los años 70, formulan un plan que a lo largo de las dos décadas siguientes cambiará la faz de la música pop y dará notoriedad a Manchester. Tras lanzar Factory Records, compran un local y ponen su propia discoteca, Hacienda, que pronto se convierte en una de las más conocidas del mundo. Sin embargo, la fiesta no durará eternamente. La película, una historia de música, sexo, drogas y personajes estrafalarios, muestra la visión de un hombre que quiere dejar libres a sus artistas, lo cual, a su vez, será su perdición. Vía: Film Affinity

3 comentarios:

meru dijo...

Para que Winterbottom te convenza, píllate otras dos pelis suyas:

Wonderland, su mejor película de largo. Un maravilloso retrato de Londres y sus ciudadanos en el día a día, con sus problemas, sus miserias..y encima, con música de Michael Nyman.

La otra es una curiosidad, cine dentro del cine, pero que a mí me pareció muy entretenida, y con un Steve Coogan enorme: Tristam Shandy (siempre en VOS!)

Sobre MAnchester, siempre ha sido una de las capitales de la música, desde los Hollies (60s) a los Ting Tings (00s), pasando por los Smiths, Oasis, James, Stone Roses...

Y es que en las ciudades industriales, que pasan por grandes crisis cada cierto tiempo, y donde hace frio y llueve, se dan las condiciones idóneas para que salgan grandes grupos: Seattle, Glasgow, Manchester, Liverpool...

factoria7gritos dijo...

Gracias por el comentario Meru. Voy a ver si me hago con Wonderland para darle otra oportunidad :-)

Apuntas varias cosas tradición, clima y crisis económica. Creo que tiene que haber algo más... ¿Alguien que nos dé alguna pista más?

David R. dijo...

Mmm, no sé si realmente cambiaron la música, pero dieron un vuelco como otros tantos que ha habido a lo largo de la historia del rock (a mí el único que me pilló consciente de ello fue cuando Nirvana aparecían en los telediarios con Smells Like teen spirit, hablando de su éxito en USA, antes de que el disco saliera en España, recordaré ese momento toda la vida). Sobre las causas, supongo que las sociológicas (y sentimentales-climatólogicas) que apunta Meru son acertadas, y típicas de, no ya otras ciudades, sino movimientos: el grunge, el punk, los propios mods. A mí más que las causas de como surgen me interesan las de su desaparición. Si bien la influencia de estos movimientos que suponen un revulsivo musical en un momento dado es patente con posterioridad, siempre hay ciertos hehcos que marcan un fin del movimeinto en sí: Sid Vicious en la cárcel y luego muerto, Kurt Cobain asesinado (que quede claro, asesinado!). ¿Que a qué se debe? No soy quien para decir nada, pero lanzo una pregunta igual de cruel que la inspiración de muchos de estos genios ("Siempre es algo cruel lo que la risa ahoga", Tom Waits), quizás hay artistas que no saben gestionar su libertad creativa... al fin y al cabo, y sin ser experto en Manchester, siempre he entendido que eso era lo que podía distinguir a Factory de otros sellos, y también lo que movía al punk o al grunge (que al fin y al cabo no era más que una revisitación del punk, la gira del 91 de Sonic Youth con Nirvana de teloneros se llamaba algo así como 1991: the year that punk broke out). No sé, bueno, comento cosillas, que se me había pasado comentar en esti post tan interesante.
Por cierto, sobre Curtis ayer en Página 2 (uno de los mejores programas sobre libros que ha hecho la 2, los libros ni meten miedo, ni se acumulan bajo polvo para que sean leídos en atriles por tíos con las gafas cayendo sobre la nariz...) hablaban de Control, la adpatación al cine de la biografía de Ian Curtis escrita por su mujer, la peli es de Anton Corjbin (o como se escriba), y la adaptación cinematográfica -decían- salvaba las lagunas de un libro escrito por alguien como Deborah Curtis que no era escritora, aunque para fans esas lagunas no importaban.
Buf, vaya chapa, ya no sé ni lo que dije al principio..