Carme Miralles-Guash tiene un interesante libro titulado Ciudad y transporte, el binomio imprefecto, es ahí dónde comenta de pasada una cosa curiosa: que el transporte también distingue de sexos, las mujeres realizan desplazamientos más cortos por asociados al papel tradicional otorgado a la mujer -que poco a poco va desapareciendo con la incorporación de la mujer al mercado de trabajo-.También es algo sabido que todavía el medio de transporte denota status: ignorancia pura y vaca sagrada de la que hablaba Marvin Harris. Si mezclamos ambos factores tenemos algo terrible: la misma imagen que tuve al al coger el otro día el 5. En la parada, una docena de mujeres esperaba y todo el recorrido -largo- sin más compañía masculina que la del conductor. Digo que es terrible porque me temo la respuesta mayoritaria a un par de preguntas:
- En las familias en la que hay sólo un coche, ¿el hombre tiene preferencia?
- Cuando hay dos coches disponibles, ¿quién utiliza el mejor coche?
1 comentario:
Pues en mi experiencia personal, de las parejas heterosexuales que conozco, en la inmensa mayoría la respuesta a tus dos preguntas es la que sugieres, Chus...
Ahora que lo dices, recuerdo un caso curioso, en otro país latino. Un matrimonio amigo, arquitecto en el libre ejercicio de la profesión él, psicóloga funcionaria ella. Número de coches: 3. ( El guay reservado para los viajes largos, los otros dos para diario). De los dos de diario, él se desplazaba a su despacho dentro de la localidad, ella a su puesto de trabajo a 20 Kms.... Adivina quién solía llevar el mejor de los dos coches de diario.
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