El Principito de Antoine de Saint-Exupéry

El Principito está repleto de metáforas y mundos pequeños. Lo peor que te puede pasar es tener un mundo pequeño y no ser un poco Principito de vez en cuando.

Quizás debería decir algo malo de la obra de Antoine de Saint-Exupéry para que no hubiera consenso pero no sería honesto por mi parte.

Creo que no hay lectura más apropiada si algún despiste imperdonable te libró de su lectura obligatoria o también es muy adecuado si tu mundo es ahora muy pequeño, si no tienes la capacidad de ver un cordero dentro de una caja o si eres incapaz de querer a una rosa caprichosa.

Dicen, además, que hay un asteroide como el del principín.

Sinopsis: Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sáhara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua apenas para ocho días. La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de toda tierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del océano. Imaginaos, pues, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía: "Por favor..., ¡dibújame un cordero!". Vía: FNAC