Los peligros del "discurso ecologista" del alcalde de Oviedo

Flaco favor empiezan a hacer, a la causa ecologista, las declaraciones del alcalde de Oviedo sobre la incineradora de Serín.

El primer peligro es que, en el contexto político actual, puede darse una opción por buena por el simple hecho de que un tipo con la probada trayectoria localista y de confrontación permanente con el Gobierno Autonómico, decida argumentar lo contrario. La idea más inocente del alcalde parece que es tan sólo acrecentar esa trayectoria y seguir vendiendo mensaje y diferencia, en tiempos poco favorables a hacerlo con otros temas por estar un tanto agotados informativamente... La historia del "cerco a Oviedo" la vendió muy bien pero empieza a flaquear porque para nada influye el supuesto cerco en el enorme despilfarro económico y la crisis particular del Ayuntamiento de Oviedo, sobre todo en el momento en el que motor de la economía municipal son los fondos de Zapatero (I y II), los de Areces y el gran incremento de las tasas municipales.

El segundo peligro es truncar los esfuerzos actuales. En estos momentos COGERSA está haciendo una labor sin precedentes en la apuesta por el reciclaje (quizás fruto del pacto de gobierno o -más bien- del sentido común de la presión social que plantea algo así como: fomenten de verdad el reciclaje y ya hablaremos de incineradora que seguro que ya no hará falta). La crisis en el consumo además se convierte en una gran aliada de la vida del vertedero porque hace descender también los residuos. Esa idea de torcerlo todo por hablar a destiempo es más villana y asume un único ganador: el alcalde porque si consigue su propósito además guardaría la ropa.

El tercer peligro es que, a raíz de la polémica, se cuestionen los escasos logros de las casi inexistentes políticas medioambientales de Oviedo y, en primer lugar, el objetivo de las críticas será la recogida puerta a puerta. Que tiene aspectos muy mejorables porque es un buen sistema en la teoría pero está muy mal aplicado en Oviedo si tomamos en cuenta sus mediocres resultados y las recientes soluciones de ¡vigila a tu vecino! o si no te cobro todavía más.

Pero hay otras tres cosas que no hacen creíble la reciente posición del alcalde.

1. La primera es que las competencias en materia de residuos son municipales, si el Ayuntamiento de Oviedo quisiera seguir una política diferente a la planteada por el resto de municipios y Gobierno Autonómico en el consorcio de COGERSA podría hacerlo por su cuenta. Entonces la pregunta es ¿Qué lugar de Oviedo escogerá para un nuevo vertedero?

2. La segunda es la trayectoria medioambiental del municipio, lamentable incluso en algunos de los puntos en los que se presume de ejemplo de gestión. A saber:

• Limpieza y medio ambiente no puede ser lo mismo, sobre todo en la ciudad que se riega la calle hasta en los días que llueve.
• Belleza y medio ambiente no pueden ser lo mismo en un municipio en el que La Zoreda, Villa Magdalena y La Lila son, ante todo, ejemplo de la tala indiscriminada de árboles.
• Peatonalización no es en Oviedo lo mismo que ausencia total de ruido y contaminación. Aunque mejora la calidad de vida la verdad es que más podría con otro tipo de decisiones complementarias porque la realidad es que el mapa de ruidos pinta un Oviedo que está mal en este tema y las mediciones de contaminación atmosférica muestran que el ozono troposférico (producido por la contaminación del tráfico) es alto en la ciudad.
• En cuanto al tema de la recogida selectiva a domicilio. Se sabe que este es el mejor sistema de cuantos existen, por cómodo a pesar de más caro, y que Oviedo es el único municipio asturiano que lo aplica y se sabe porque Oviedo ha mejorado mucho respecto a cuando no se aplicaba este sistema de recogida. Así que la gran duda es ¿qué falla en la gestión municipal para que no seamos ya el municipio líder en cifras de recogida selectiva de residuos por habitante? Ni en papel, ni en envases, ni en vidrio lideramos el ranking de kilogramos/habitante cuando la diferencia debería ser enorme, sobre todo en comparación con ciudades de tamaño similar. Además, tampoco se ha optado por el contenedor de basura orgánica que sería una novedad clave de cara a alargar la vida de cualquier vertedero. Quizás el problema es que en la gestión del sistema hay algo que está mal de raíz, quien crea que el sistema se pone en marcha fruto de una conciencia ambiental determinada se equivoca porque el sistema es sólo la solución estética a la presencia de grandes cubos en la calle, así que da igual que se recicle mucho o poco lo importante es que pase el camión (y en una franja muy reducida a ser posible) y también da igual que la gente desconozca o no esté concienciada para meter el envase el contenedor amarillo y el papel en el azul.
  

3. La tercera es la petición de transparencia, que viniendo del alcalde de Oviedo sólo puede ser interpretado como una broma de mal gusto. No va los plenos, impide la copia de expedientes, reduce los medios de los grupos de la oposición, no concede entrevistas -salvo a un medio-, ni se presta a debates, existen dudas sobre el origen de su patrimonio personal...

Petición para el alcalde: empezar por dedicar esfuerzos ("Hechos", era el breve lema de una de sus campañas) al reciclaje de residuos (en el concepto amplio de las 3 o 4 R's), que es un asunto en el que tiene todas las competencias. Luego ya hablaremos de otras cosas: cambio climático, zonas verdes, ruido, transporte...