20/6/11

Algunas cosas sobre el 15M y los elefantes (I)

elefante dormido

Es difícil cambiar la forma de ver las cosas cuando te ocurre eso que se suele llamar "tener una corazonada". Cuando vi las primeras acampadas y manifestaciones del 15M, y el momento y las primeras razones por las que surgían, me entró una mezcla de miedo y de reproche.

Miedo ante algo que es muy sabido y que quedó otra vez demostrado: no existe el voto de castigo porque el voto de castigo solo castiga a la izquierda. Así que se da la paradoja de que reaccionar contra una crisis o un sistema puede favorecer a quienes lo endurecen. A alguien le parecerá un disparate recordar la Historia reciente de Europa pero entonces no debería dar valor a lo que dice Stéphane Hessel. Si en una ocasión la cultura no nos salvó de nada, que piense que tal vez ahora ni el estado del bienestar más moderno y fuerte y la mejor educación del mundo puedan hacerlo.

La indignación no es suficiente decía, el mismo día de las elecciones, Daniel Innerarity. No lo leí en ese momento pero no puedo estar más de acuerdo (recomiendo una lectura atenta como del resto de enlaces): si no se dibuja un horizonte podemos caer en el populismo. En parte ya hemos caído pero puede ser mucho, pero que mucho peor.

Nunca entendí la crítica sin alternativa. Entiendo el derecho a equivocarse, el derecho a la estupidez (que dice Manuel Castells en su intervención en la acampada de Barcelona) pero tampoco comparto que se pueda reivindicar el derecho a equivocarse y que al mismo tiempo se rechace la posibilidad de la equivocación de los demás.

Creo que comparto con las acampadas otra forma de parafernalia, incluso la búsqueda de otras formas de conversación, de toma de decisiones y valores que -es verdad- se escapan a lo que pueda ser un partido grande por muy de izquierdas que sea (aquí puedo enlazar a todo el blog para demostrarlo). Pero no comparto otras cosas: no se puede parar la democracia (y no hablo de la violencia puntual), renunciar al cambio de modelo, no intentar comprender otros enfoques, decir no aunque la alternativa sea peor, pedir cosas con plazos inminentes que ya existen o buscar soluciones a la islandesa como si contigo no fuera nada.

Y también me parece un error despreciar el talento y el compromiso que pueda existir en aquellos lugares que no nos gustan. Hay personas que dedican sus esfuerzos, y ahí va el último reproche, a transformar la sociedad. Lo hacen desde hace años, con poco apoyo (¿dónde estaban entonces los indignados?), y ahora se las estigmatiza porque "no nos representan" o porque son "el mismo perro con distinto collar". La trayectoria hay que reconocerla, los partidos y otras estructuras "tradicionales" cometen errores pero también tienen fórmulas de participación bastante más avanzadas que los métodos básicos asamblearios y son responsables de muchos de las conquistas sociales más importantes. Esto lo saben bien los jóvenes (también hay muchos jóvenes) que han elegido otra forma de participación a través de partidos, sindicatos y ongs o en otras estructuras asociadas a su actividad profesional como las empresas o la Universidad. Saben que cuesta, que son elefantes dormidos pero que cuando les hacen cosquillas son elefantes que pueden con todo, son herramientas poderosas de cambio y consiguen cosas tan bonitas como el matrimonio homosexual o la ley de dependencia  (por poner dos cosas cercanas y recientes). Y que han conseguido otras más lejanas como esos países que emergen para sacar del hambre a sus gentes, el sistema del bienestar, los derechos humanos, la jornada laboral de 8 horas...

En el siguiente post sobre este tema, me gustaría discutir sobre propuestas concretas. Algunas han surgido de las acampadas.

4 comentarios:

Cid dijo...

Me sabe mal comentar este post porque normalmente estoy de acuerdo contigo y no posteo para decirlo y este en que no estoy de acuerdo si lo hago pero en fin..
Yo es que creo que la democracia no obliga a participar a cada cual mas alla de lo que quiera y pueda, no todos servimos para la politica, yo soy buen ejemplo de alguien a quien no le gusta la politica porque no la entiendo. Eso no significa que no crea en la democracia e inclusive aunque no votara por el motivo que fuera, que eso si lo hago, creo que tendria derecho a decir que no me vale que los mercados plieguen los derechos de la mayoria y se les exija el esfuerzo a los mas debiles porque con los mas fuertes no se atreven, es largo, no para un comentario pero los ciudadanos de a pie tenemos derecho a protestar si creemos que la clase politica no esta haciendo lo mejor para la mayoria, es lo minimo, poder protestar...

El canchero Sosa dijo...

¿Qué exactamente se ha conseguido de bonito? Citas la ley de dependencia, y yo, en mi sangrante caso personal (porque en el fondo todos nos movemos y nos indignamos por eso, por nuestras circunstancias): tengo a un familiar directo en la cama, con una incapacidad TOTAL desde hace cinco años. Actualmente los médicos le dan apenas meses de vida y la ayuda a la dependencia aún no ha llegado ni tiene pinta de llegar antes de la muerte de esa persona. Y es sólo un ejemplo de los muchos de mi indignación.

El problema, precisamente, es que el sistema político genera cosas "bonitas" como tú dices, pero muy pocas veces útiles. Vale más la pena prometer, llenarse la boca y escribir palabras preciosas en un papel aunque finalmente para el ciudadano de a pie eso no signifique nada. Vale más prometer ayudas sociales y no cumplirlas (o directamente eliminarlas) mientras se gastan millones de euros en una guerra sin más sentido que el económico.

Yo sí entiendo que haya gente en las calles. Y también que otra democracia, esta vez real, es posible.

Anónimo dijo...

¿Y qué te hace pensar que quienes participamos en el 15m hasta ahora no luchamos? Lo digo porque preguntas dónde estábamos los indignados antes. Y muchos, muchísimos, estuvimos luchando y peleando dentro de ongs, asociaciones, sindicatos, movimientos sociales, asociaciones de vecinos y partidos políticos.

Me parece un análisis muy simplón este de quien ve amenazada su torre de marfil por un movimiento que no solo no entiende, sino que no hace esfuerzos por entenderlo. Veo descalificación, reproches y bastante odio irracional hacia un movimiento en el que la mayoría de militantes de los grandes partidos ni se ha acercado. Desconozco si es tu caso, nunca te vi en la Escandalera pero puede ser que no hayamos coincidido. Pero simplemente invito a participar y exponer allí todas estas visiones, desde el sofá de casa está claro que no sirve darlas y también está claro que somos muchos miles de ciudadanos que tampoco estamos satisfechos con las respuestas que nos dais desde los grandes partidos.

En mi caso, por cercanía familiar, déjame que dude por ejemplo de lo que tu denominas "bonita" ley de dependencia. No se si una ley puede ser bonita o no, pero está claro que al menos en los casos que a mi me tocan no hay dinero para financiarla y llevamos más de dos años con ella concedida y esperando cobrar la ayuda (eso sí, para mandar soldaditos a Libia sobra dinero).

Un fuerte abrazo socialista e indignado.

factoria7gritos dijo...

Gracias por los mensajes. Mi intención es sumar, tratar de entender el 15M y buscar lugares de encuentro (no sólo con el 15M) para la construcción de alternativas. Y esto implica muchas veces reconocer errores propios y quiero pensar que es posible, incluso en momentos de indignación.

Martín te agradezco que comentes en el momento que se te apetezca.

Entiendo que hay motivos para la indignación pero lo que demando es más compromiso, responsabilidad y alternativas. La democracia y el sistema del bienestar no es un regalo es algo por lo que hay que luchar todos los días (siempre hay peligro de volver atrás y en estos momentos muchísmo).

Sobre los otros dos comentarios (el canchero Sosa y Anónimo), como son bastante similares... agrupo la respuesta.

La ley de Dependencia es lenta e insuficiente, y en algunos casos concretos lo puede ser aún más, pero es un gran avance social. ¿Es mejor que no exista nada a que exista una ley (otro pilar nuevo del sistema de bienestar) lenta, insuficiente y muy mejorable? Perdona mi pragmatismo, yo lo tengo claro. ¿Cómo la mejoramos, esa es la clave?

Respecto a Libia. Lo que sucede es que un grupo de "indignados" reclamaron democracia y un gobierno dictador les respondió a balazos y asesinando opositores. Europa, como hizo siempre y como quería hacer esta vez, estaba mirando hacia otro lado porque económicamente no tenía ningún interés especial en Libia (al contrario). Pero la opinión pública, expresada por gente como Manuel Castells -que apoya y participa en las acampadas- cambió esa decisión y a día de hoy hay una intervención militar limitada. El Mayo del 68 fue muy interesante pero los que lo pasaron mal de verdad estaban en Praga. Ahora pasa un poco parecido, al otro lado del Mediterraneo sí que piden democracia real, aquí pedimos una ideal (y está bien también pero hay que definirla).

Es lógico que haya gente en las calles. Una inmensa mayoría de los que están no movieron el culo por estas cosas hasta ahora (otros por el contrario sí lo movieron y hay en las movilizaciones gente a la que admiro mucho por su trabajo y sus ideas). No pasa nada, me alegro de que los que no lo hacían, lo hagan ahora. Anónimo, creo que sabes que hablo con mucho conocimiento de causa sobre este tema porque parece que me conoces (dices que no me viste)

La verdad es que asistí unas 3 veces como observador a las acampadas y no participé porque creo que no debía e incluso que no podía. No estoy en lo alto de ninguna torre pero creo que tiene mucha razón lo que dice Pau García Milá (que apoya las acampadas) de que no puedes ir a Sol y decir la culpa es vuestra.

Insisto en mi comentario inicial.