1/7/11

Somos mejores

En el libro de Albert Espinosa El mundo amarillo, que estoy terminando ahora, cuenta que las vidas de sus compañeros de habitación -pacientes de cáncer- se reparten entre los que quedan. Asumen esa responsabilidad quedándose con una parte de ellos, sobre todo de su vitalidad, para vivirlas y para coger más fuerzas. Es un poco como el "...se siembran" de Pablo Iglesias.

Ayer fallecía Ramón Quesada, un compañero. Una de las últimas veces que hablé con él me decía que no buscase en internet el pronóstico de su enfermedad. Le respondí que no se fiara porque en internet te puedes morir de un catarro. Quería darle ánimos y esperaba que su suerte cambiara.

Se ha homenajeado y se han dicho palabras muy cariñosas sobre Ramón. Si tengo que aportar algo diferente, decir que me quedo con esa persona hiperactiva y artista en llevar una vida equilibrada: compromiso familiar, profesional, deportivo, político... Vivir una vida plena y compensada es muy difícil y sólo se puede conseguir desde un profundo optimismo. Creo que está al alcance de muy pocas personas. Personas como Ramón.

Compartí con él militancia pero también la faceta deportiva. Era raro no coindir con él en una carrera y siempre me ganaba. Hasta coincidimos comprando playeros: "Chus, un número más, que esos te van rozar". Ayer, su esquela estaba también en el CAU.

En lo político recuerdo su colaboración (incluso desde la discrepancia) y que -como reconocimiento a su gran labor- asistí a su despedida como secretario general del PSOE. Alguien dirá que técnicamente no lo era, que era presidente de una gestora, pero la verdad es que lo fue en todo su significado. Sin duda, los socialistas de Oviedo (y mucha más gente) somos mejores gracias a Ramón. 

Hasta siempre, Ramón. Ánimo y fuerza, sobre todo, para Marisa y sus hijos.

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