21/11/11

El PSOE está a tiempo de regenerar sus políticas y sus estructuras

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales, enhorabuena al PP y a las personas que les han votado. Deseo además que tengan suerte en su labor de gobierno, que acierten con las medidas y que en temas importantes -a pesar de su mayoría aplastante- alcancen consensos. ¿Por qué? Porque lo necesitamos. Las circunstancias en las que nos encontramos son muy malas y aunque pueda quedar muy bien decir en campaña que confianza es lo que necesita el país, los especuladores no se tranquilizan por poner a un Presidente nuevo, aunque sea de derechas. Creo que hacen falta algunas de las recetas que proponía el PSOE y será un acierto si también las aplica.

Por su parte, el PSOE afronta una nueva etapa muy difícil. Puede que analizar esto en caliente sea una imprudencia pero creo que, en general, la mayor parte del PSOE tenía asumido un resultado como el que se ha producido... lo que enfría bastante el análisis. Este análisis, lo advierto, es bastante personal y puede ser polémico.

Al margen de la crisis o de algunos errores en la etapa de Gobierno, el PSOE ha desconectado de su propia realidad. Ayer, en la labor voluntaria de interventor a la que dediqué la jornada electoral observé una cosa que, es un opinión muy personal, ya pensé en otras ocasiones: Ves a la gente que vota (y a la que se queda en casa) porque conoces algo el barrio y en qué trabaja (si trabaja) la gente y piensas ¿cómo puede estar ganando aquí, justo aquí, el PP? Lo he vivido en varios barrios en diferentes procesos. Algo estamos haciendo muy mal. O buscamos un discurso que reconecte o podemos asumir años de oposición hasta que lo encontremos.

Por otro lado, hay gente esperanzada en el refresco de memoria, los errores del rival, la fuerza de "la calle" o incluso las exigencias de la UE o de los especuladores. Es el "volverán a llamarnos": la gente descubrirá como son, la gente tendrá lo que se merece porque pasará más dificultades y no crearán los puestos de trabajo prometidos, saldremos a la calle para oponernos, los del PP no tienen ni idea y no sabrán cómo gestionar la crisis, la UE obligará al gobierno a tomar decisiones que no quieran o los mercados le dirán a Mariano que se vaya. Esta esperanza es un peligro porque en el fondo el "volverán a llamarnos" esconde más la confianza en que las cosas salgan mal o en que sigan las mismas personas (volverán a llamarnos a los mismos, no al mismo partido... atajando procesos regenerativos) que un volverán a llamarnos porque somos la mejor opción.

La situación contrasta con cierta vitalidad social que el PSOE todavía mantiene. Rubalcaba consigue menos escaños que Almunia pero los números pueden dar una sensación errónea, el PSOE no está peor que en esa etapa. La clave será como afronte los próximos meses. El Congreso (que ya se ha pedido antes incluso de las elecciones) puede ser decisivo. La cuestión es cómo puede servir para algo. Suenan nombres, de hombres y de mujeres, muy capaces pero ¿qué representarán? Si miras a fondo cuál es la composición del PSOE, qué personas lo forman, puedes llegar rápido a la conclusión de que con gente tan maja y capaz es imposible no construir un gran proyecto pero por alguna razón algunas veces no se consigue. La razón, y en esto pueden tener su parte la gente del 15M, es que los entramados de los grandes partidos son complejos y difíciles de romper para articular aquello que la persona que participa en un partido quiere poner en práctica. Por ejemplo, ¿cómo pueden grandes empresas con intereses privados ser más ágiles en la toma de decisiones o en recoger la participación abierta de sus trabajadores/as y clientes/as que un partido de izquierdas? Hay mucha distancia entre el afiliado o la afiliada y la política que desarrolla su partido. Es el problema de los elefantes, da gusto cuando se ponen en marcha pero vaya lo que cuesta despertarlos. Esto es lo que debe resolver el congreso, poner nombre a un liderazgo es casi lo de menos.

Porque, en definitiva, hay varios asuntos urgentes e importantes que afrontar:


  • Discurso actual: Mismos valores pero definir nuevas políticas.
  • Gobierno: Gobierno abierto, donde gobierne el PSOE. Oposición: Políticas abiertas y oposición responsable, donde no gobierne el PSOE.
  • Organización estratégica, ágil, participativa y regenerada.

Y ¿por dónde se empieza? Por el principio... agrupaciones, asociaciones y movimientos cívicos, redes sociales (on line y off line). Los lugares en los que se encuentran la gente que simpatiza con la izquierda. Esos espacios hay que articularlos y liderarlos y si quienes los dirigen en estos momentos, por ejemplo en las Agrupaciones, no valen sustituirlos (no como recambio, como cambio).

Y como "bonus track", anécdotas de la jornada electoral:

- Senado y 15M. Bastante gente renunció a votar al Senado, votó en blanco o nulo. La idea de que el Senado no sirve para nada ha calado, o se le encuentra utilidad o se cierra. Creo que esto es más culpa del Follonero que del 15M. Por contra, poca gente hace uso de las posibilidades de las listas abiertas votando a varias opciones o modificando el orden de las candidaturas elegidas. Un votante identificado con el movimiento quiso presentar alegaciones genéricas a las votaciones y al escrutinio (él había podido votar sin problemas, no hubo tampoco otra incidencia en todo el proceso y el escrutinio ni si quiera se había -como es lógico- empezado a realizar).

- RTPA. Las personas que trabajan en la radiotelevisión pública asturiana acudieron a votar con distintivos.


- Derecha. Los interventores de FAC y PP ya se hablan, Cascos ponte en lo peor.

- IU. Las interventoras de IU comentaban que no recogerían las actas del Senado ("es imposible que saquemos nada en Asturias"). Cierto. ¿Para qué se presentan? En el Recuento lamentaban que en opciones muy minoritarias de izquierda se perdieran votos ¿Cuando te lo hacen a ti sí te fastidia? Al tiempo se alegraban del batacazo de Equo.... Es que la izquierda plural, tiene que ser plural hasta cierto punto.

1 comentario:

JGCanal dijo...

Las ejecutivas (federal, regionales o locales) del PSOE no sólo tiene que agilizar los procesos y acercarse a los afiliados. Tienen que acercarse a los simpatizantes.

Las primarias francesas han sido un éxito (probablemente el primer paso para llegar al Eliseo), precisamente porque se ha dado la palabra (y el voto) a los simpatizantes.

Si queremos representar al pueblo, antes tenemos que escucharlo. Después de las municipales y autónomias no se hizo la autocrítica que era tan necesaria, y de aquellos polvos vienes estos lodos.

Espero que el Congreso de febrero sirva para acercarnos de nuevo a los votantes. Es la hora de sacudir las alfombras.