Aclaro que no fumo pero que me imagino lo complicado que puede ser dejarlo. Por ello, encontrar buenos motivos puede ayudar, de la misma forma que recurrir a ñoñerías puede no ayudar. Pero Valentín Fuster cuenta en su libro La Ciencia de la Salud dos cosas muy importantes que se me ha ocurrido relacionar con este asunto del tabaco y la gente menuda:
- El humo que sale de la punta del cigarrillo (la corriente secundaria) tiene una composición distinta y es más perjudicial que el que se inhala directamente. Una persona no fumadora que esté cerca del fumador respirará menos humo pero mucho peor. ¿Cuantas veces (en casa y en espacios abiertos) se fuma cerca de niños y niñas, al lado, como mucho escondiendo un poco el cigarrillo? Así, hay un perjuicio inmediato.
- Hasta la edad de 6 años, se aprende lo que se ve (el aprendizaje vicario) porque todavía no está muy desarrollada la capacidad de razonamiento así que no sé aprende todavía lo que nos dicen y mucho menos se tiene desarrollada suficiente personalidad y conocimiento para decir no a los malos hábitos. Así, hay un perjuicio futuro.
En relación con el último punto hay gente (me incluyo) que piensa además que el "haz lo que yo te digo pero no lo que yo hago" rara vez funciona (sea cual sea la edad), por eso este vídeo es tan potente:
Actualización 25/06/2012: (otro vídeo muy bueno)
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