28/11/12

Trabajo social e innovación en una política que busque soluciones

Inmersa en la confusión de la crisis, la política ya no sabe como influir y resiste por pura administración. Lo interesante es trabajar en la búsqueda de las soluciones y no tanto presumir de que se tienen. 

El análisis de lo que pudo suceder no es tan importante, al menos de momento, para empezar a trabajar en las soluciones. Podemos establecer distintos puntos de partida para marcar el inicio del momento en que todo empezó a torcerse y argumentar varias razones (algunas más acertadas que otras), pedir incluso perdón por ellas (gesto que honra y que muchas personas pueden agradecer) pero por mucho que nos indignen algunos comportamientos es muy difícil que las cosas hubieran ocurrido de otra forma (porque hubo resultados muy buenos, nadie adivina el futuro y no existe relación causa efecto importante entre algunas decisiones erróneas y consecuencias graves).

El análisis de la decisión de resistir y recortar hasta conseguir una gran solución económica que solo puede venir desde Alemania no es tan importante, al menos de momento, para empezar a trabajar en las soluciones. Podemos matizar estos recortes, aflojar un poco la presión o dirigirla más hacía arriba y menos hacia abajo pero en tiempos complicados es difícil encontrar una opción política que en líneas generales haga las cosas de una forma radicalmente distinta y que en caso de hacerlo sirva para algo, claro.

Saber que había un político corrupto, un Ayuntamiento despilfarrador, una empresa avariciosa, un vecino con un Mercedes o una Europa inacabada y que como consecuencia de ello no nos queda más remedio que sacar la tijera y bajar un 30% allí y un 50% aquí, puede ser útil (en caso de que sea cierta esa causa) para no repetir esos errores pero no es nada útil para resolver los problemas más urgentes e importantes que tenemos.

No se trata tanto de analizar cómo llegamos aquí o lo qué tenemos que hacer por obligación, lo útil es analizar cómo es ahora la realidad (que no conocemos porque nunca ha existido y porque está oculta y siente vergüenza de confesarse) y cómo trabajar en ella para que toda esta crisis no nos sepulte.

Hasta ayer había un montón de gente que sabía muy bien cómo hacer política, incluso política guiada por los valores más adecuados. Hoy nadie sabe, ni las personas más viejas del lugar. La política ya no es la de ayer, la de hace 10 años, la de hace 20, la de hace 30,...

Sólo conociendo de verdad esta nueva realidad y trabajando en ella se pueden encontrar soluciones. Y esa realidad trágica, es por ejemplo la que me comentan mis amigas que trabajan en el sector educativo: Niños y niñas sin material escolar básico y niños y niñas que ya no dicen esto no me gusta y que comen más en los comedores de las escuelas porque seguramente es su única comida.

Por eso, ahora es el momento de darle un enfoque de trabajo social y de innovación social a la labor política, de currar el dibujo de la realidad actual para ofrecer la respuesta más acertada para este preciso momento (o al menos de intentarlo con todas las fuerzas) y luego ya pensaremos en no repetir nuestros errores, vivir de forma sostenible y construir una Europa mejor porque conocer y trabajar en esa realidad nos ayudará a otras cosas como atender rápido las necesidades de las personas que peor lo están pasando, reformar y reorganizar en vez de recortar, hacer pequeñas apuestas por alternativas que nos den algo de futuro y, en definitiva, recuperar la influencia de la actividad política para transformar la realidad.

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