Jardinería y huerta guerrilla para mejorar Oviedo

Oviedo es una ciudad con jardines muy cuidados, quizás (aunque no solo) es parte del modelo del anterior alcalde pero es una pena que esa circunstancia no se aproveche para favorecer la participación ciudadana, más cuando algunas experiencias como la jardinería de guerrilla pudieron, en su día, invitar a ello.

Hace unos días el desempleo amenazaba a la plantilla dedicada a parques y jardines en el municipio y, aunque parece que ya se ha solucionado, puede que venga bien alguna idea que apoye la jardinería de guerrilla y los huertos compartidos asesorados por personal especializado.

Desde hace años, muchas ciudades implantan huertos urbanos compartidos. También desde hace años, la jardinería ciudadana surge con espontaneidad en algunas ciudades. ¿Puede la plantilla dedicada a parques y jardines colaborar en estas actividades? ¿Es beneficioso para la ciudadanía y para los jardineros y las jardineras profesionales? La respuesta a ambas preguntas es sí y, en parte, ya se está haciendo en otros lugares.

La siguiente noticia habla de cómo, por primera vez, se ponen en marcha unos huertos urbanos compartidos que son tutelados (hay un asesoramiento para la gente que no conoce bien el mundo de la agricultura, les explican cómo plantar). Así, la gente interesada en un ocio muy saludable (la huerta urbana: ejercicio al aire libre, mejor alimentación, conservación de la naturaleza y la cultura,...) recibe un apoyo extra. Este apoyo extra es el que podrían tener también los jardineros y jardineras de guerrilla. La jardinería de guerrilla es positiva porque actúa en lugares a donde no llega el servicio municipal y fomenta que se aprecie más el trabajo de los propios/as jardineros/as. Oviedo tuvo hace años alguna de las primeras experiencias de Jardinería de Guerrilla y sus personas promotoras acuñaron más tarde el concepto de Huerta Guerrilla pero no fue a más, al contrario que otros lugares de Europa en los que por ejemplo jardineros y jardineras municipales colaboran de forma asidua.

Si sumamos a una participación ciudadana desinteresada, un apoyo profesional la potencia de la iniciativa puede ser enorme. Tendríamos una ciudad mejor, con una ciudadanía más participativa y personas trabajadoras de la administración más valoradas y con más trabajo y más gratificante.