26/3/12

Tindersticks en el teatro de La Laboral


No es fácil, y por eso creo que he tenido mucha suerte al poder ver a mejores bandas y a bandas que me gustan más que Tindersticks. Pero nunca había sentido en un concierto la impotencia de renunciar a un sueño que ya era difícil de cumplir. Quién, después de ver a Tindersticks en un teatro, puede albergar si quiera una pequeña esperanza de montar una banda de rock and roll.

Quizás porque no tocaron sus mejores temas en el teatro de La Laboral (petado para un concierto muy poco publicitado) o porque debieron perderles el violín en el avión, me termino de convencer de una perogrullada. Estaría dispuesto a dedicar las 10.000 horas necesarias para desarrollar la capacidad de tocar un instrumento musical de forma mediocre, pero no después de ver a un grupo que aunque los oigas cantar misa te pueden convencer de que son únicos y de que debes pensártelo muy bien si quieres dedicarte a su profesión, que consiste en eso en ser únicos, ser muy buenos y ser capaces de mantener el tipo incluso en cualquier situación: Renunciando a sus símbolos (sus éxitos tan bien reflejados en Donkeys 92-97, su instrumento diferenciador...), con una melodía vocal a veces por encima de la musical o con ejercicios sonoros de todo color. Es verdad que Staples sostiene cualquier cosa pero también lo es que tienen un sonido propio, aunque les dé por experimentar.

Si hubieran tocado su mejor repertorio no me hubiera dolido ni la mitad.

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