2/12/10

Parar la xenofobia y el racismo en la política



Los planteamientos abiertamente xenófobos y racistas ya dan resultado en el escenario político español. El PP catalán lo ha conseguido, han demostrado su capacidad innovadora para conseguir un buen resultado apoyándose en esos valores. Sirve de advertencia.. para pararlo. ¿Cómo pararlo?

Ha nacido una estrella, se llama Alicia Sánchez-Camacho. No será la próxima President pero ha recuperado tanto apoyo para el PP en Cataluña que la vemos casi a diario en televisión. A mi no me asusta que el PP crezca en Cataluña, lo que me da miedo es que lo haga con este tipo de pronunciamientos.

Cataluña es el lugar ideal para la innovación política del PP, pueden adoptar cualquier disfraz (catalanista, centrista, ultra...) porque no se juegan nada y sin expectativas nunca fracasas. De de hecho los adoptaron todos (Piqué, Vidal-Cuadras...) porque es un escenario muy complicado para ellos. CiU los limita mucho, en otras comunidades ellos pueden decidir si ser como CiU o no serlo porque no existe una derecha nacionalista fuerte. Pero pueden decidir, tienen opciones. En Cataluña no. En Madrid ellos son CiU o peor, si ya existe un CiU pueden aliarse -como en su momento en Navarra- y luego está la excepción del País Vasco, que es diferente porque la bandera de la libertad los arropa y la libertad sólo es compatible con posiciones muy razonables.

Cataluña era diferente, no encajaban pero encontraron el traje a su medida, una especie de tea party, que siempre sigue la corriente de la demagogia: nivel de debate de bajo perfil y valores populistas, incluidos los racistas y xenófobos. Las cosas de la economía van mal y eso hace el resto.

Sirve de advertencia porque las innovaciones que resultan bien se suelen copiar. ¿Cómo pararlo? Es difícil. La situación económica es complicada y presumir en estos momentos de un discurso claramente defensor de los inmigrantes (legales y -sobre todo- ilegales) seguramente no da votos.

Adaptando un poco lo que defiende Lakoff, muchos inmigrantes huyen de países en situaciones terribles y vienen a trabajar en empleos que no queremos, contratados por empresarios que no pagan impuestos. Estos empresarios, que seguramente votan a Alicia Sánchez-Camacho, nunca son vistos como los culpables de los problemas que tanto preocupan: la integración de los propios inmigrantes o las dificultades de acceso al mercado laboral de trabajadores españoles. Pero son los verdaderos culpables. Por contra la culpa la se la echamos a políticos que apuestan por los derechos humanos más básicos porque al final colapsan el estado del bienestar (cuando son los empresarios que no pagan impuestos los que realmente lo colapsan) y por eso la gente -asqueada del sistema y de la política "tradicional"- vota lo que vota. No sé si explicando bien, estas cosas se podrá parar. La xenofobia y el racismo en la política tienen que volver a ser opciones despreciables así que habrá que intentarlo. ¡Tenemos que pararlo!

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